Brunch en La Caseta de Bombas para quedar con amigos de esos que te prestan libros, te regalan tiempo, te mandan mensajes cuando ven algo que les recuerda a ti.
Brunch en La Caseta de Bombas mirando a la bahía con las montañas de fondo. En verano, verdes-verdes, y en invierno, nevadas. Brunch and jazz con ‘Kind of Blue’, de Miles Davies de fondo o con la canción ‘Muy’, de Tony Fruscella que una vez que las escuchas no podrás dejar de pensar en ella. Brunch sin prisas. Brunch, que sube y baja la marea, y en las dos horas que estés con nosotros cambia la raya del mar tanto que parece otra ciudad.
Brunch escuchando a Gotan Project, a Saint Germain y Chet Baker. Brunch que te llena de energía para todo el sábado y para todo el domingo y te deja recuerdos de los buenos durante toda la semana.
Brunch en La Caseta de Bombas con la persona con la que vives. O con la que te gustaría vivir. Salir de la rutina. Darte una ducha y caminar por la bahía para terminar con hambre y sentarte en esas mesas de madera de La Caseta de Bombas y mirar al techo y sentirte protegido.
Brunch ecológico, con sentido, rico, tan rico que no dejarás nada. De hotel de 5 estrellas, pero de los de antes. Ahí aprendimos a dar desayunos hace 30 años y por eso sabemos que todo tiene que estar muy rico, bonito puesto y recibir con ganas.
Lo demás lo pones tú.